lunes, agosto 15, 2011

convertir los días en una interminable sala de espera de ni siquiera sabes qué, mirar el reloj constantemente como si fuera a ocurrir algo o temiéramos perder el tiempo en ocupaciones vanas, comprobar a cada instante que nadie ha llamado como si aguardáramos una noticia inminente da igual si buena o mala, algo que remueva tus costumbres y te diga que puedes dejar de esperar lo que nunca ocurrirá

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que triste todo lo que cuentas.

иιcĸтυĸυѕ dijo...

Me alegra saber que sigues allí.
Creo te tienes esa capacidad de ver y analizar todo de una manera muy bella y caótica.

Enserio me encanta.

- pero siento que te falta, aquella emoción que te permita seguir con vida sin despertarte cada día recordando lo pasado y desconfiando de lo futuro.

y no es que aquello este mal.
es solo que debes dejar de ser el cordero. y convertirte en el lobo.

Saludos- Desde un lugar muy lejano.

- Un viajero del tiempo

Veronique Escolar dijo...

te echaba de menos amnésico, no tardes tanto en volver
"que dejes de esperar lo que nunca ocurrirá"
todos necesitamos esa llamada