Mantener la esperanza en que las cosas mejoren a partir de cierta
edad es una actitud un tanto infantil. Madurar consiste básicamente
en renunciar, comprendiendo que la mayoría (si no todos) de tus
planes son solo una manera de engañarte a ti mismo para resistir
mejor los golpes creyendo que el futuro será un lugar mejor, pero
no existe ese lugar, no hay ningún camino. Aferrarse al presente es
la única posibilidad y tratar así de ralentizar la pérdida
inevitable de lo que amamos.
miércoles, julio 26, 2017
domingo, julio 16, 2017
A veces es necesario dar un paso atrás, ni siquiera irse demasiado lejos, tan solo ocultarte tras las cortinas desde donde puedas mirar afuera de vez en cuando sin que lo sepan, haciéndoles creer que te has marchado tal vez para siempre y dejarles que te echen de menos aunque te mueras de ganas de salir de tu escondite, pero te contienes temeroso de que la reacción cuando regreses no sea la esperada y no se alegren demasiado de volver a verte, acostumbrados a tu pérdida como una más entre todo lo que desaparece.
jueves, julio 06, 2017
Sospecho que ya no hay nadie. Hubo un tiempo en que no era así,
en que las palabras no resonaban en el vacío y descubrí que
sorprendentemente muchas de las cosas que pensaba o sentía eran
compartidas por otras personas a las que ni siquiera conocía.
Después lo dejé todo atrás para buscar otros caminos, fui ingrato,
me olvidé de la gente con la que pasé buenos y malos momentos,
porque creía que la verdad estaba en otra parte. Hoy sé que no
existía eso que buscaba, que no había nada más puro y verdadero
que compartir la madrugada con un desconocido a cientos de kilómetros
del que me sentía más cerca que de toda la gente a mi alrededor.
Han pasado muchos años, no sé nada de ellos, quién sabe, algunos
quizás hayan muerto o se hayan vuelto gilipollas. A veces me
pregunto si se acordarán de mí y si algún día volveremos a
encontrarnos, aunque ya no seamos los mismos y no seamos capaces de
recuperar lo perdido.
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