Mantener la esperanza en que las cosas mejoren a partir de cierta
edad es una actitud un tanto infantil. Madurar consiste básicamente
en renunciar, comprendiendo que la mayoría (si no todos) de tus
planes son solo una manera de engañarte a ti mismo para resistir
mejor los golpes creyendo que el futuro será un lugar mejor, pero
no existe ese lugar, no hay ningún camino. Aferrarse al presente es
la única posibilidad y tratar así de ralentizar la pérdida
inevitable de lo que amamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario