Sospecho que ya no hay nadie. Hubo un tiempo en que no era así,
en que las palabras no resonaban en el vacío y descubrí que
sorprendentemente muchas de las cosas que pensaba o sentía eran
compartidas por otras personas a las que ni siquiera conocía.
Después lo dejé todo atrás para buscar otros caminos, fui ingrato,
me olvidé de la gente con la que pasé buenos y malos momentos,
porque creía que la verdad estaba en otra parte. Hoy sé que no
existía eso que buscaba, que no había nada más puro y verdadero
que compartir la madrugada con un desconocido a cientos de kilómetros
del que me sentía más cerca que de toda la gente a mi alrededor.
Han pasado muchos años, no sé nada de ellos, quién sabe, algunos
quizás hayan muerto o se hayan vuelto gilipollas. A veces me
pregunto si se acordarán de mí y si algún día volveremos a
encontrarnos, aunque ya no seamos los mismos y no seamos capaces de
recuperar lo perdido.
3 comentarios:
Siempre tuve la esperanza de que volverías.
Tus palabras, para mí, no han caído en el olvido.
Revisaba el blog para comprobar si podía leer tus pensamientos de nuevo.
Gracias por regresar.
Yo también volvía de vez en cuando, a ver si volvías... GRACIAS
Oh dios mío! Acabo de descubrir que has vuelto! Cuánta falta hacías...! Me alegro tanto...
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