miércoles, noviembre 29, 2017

No te cansas de invitarme al desastre, camuflado con las mejores galas. Fingiendo una firmeza que desconoces, me pides que rompa el silencio en pedazos y arroje mis miedos por la ventana. Con todas tus artimañas en juego me ofreces promesas tentadoras, labios, manos, excesos... recompensas plenamente satisfactorias al alcance de mi mano. Tan sencillo como marcar la casilla adecuada. Sé la respuesta pero no pienso ponértelo fácil, no caeré una vez más en tus trampas, conozco mis derechos aunque no los menciones, sé que todo lo que diga será sin duda utilizado en mi contra.

No hay comentarios: