domingo, enero 14, 2018

Llegué a pensar que esas cosas no eran para mí. Que nunca más volvería a experimentar aquellas sensaciones perdidas, que ese tiempo para mí había pasado. Que ya no recobraría la ilusión y que debía conformarme con el recuerdo. Incluso llegué a creer que no lo necesitaba, que estaba bien como estaba y que cualquier otra cosa era prescindible. Me autoconvencí de mis mentiras, de mis palabras de consuelo deseperadas, de mis ficciones. Fui un experto consumado del autoengaño. Era capaz de mentir sin que yo mismo lo notase. Despreciaba todo aquello que no tenía y renuncié a obtener nada más. Hasta que tú me hiciste darme cuenta de todos mis errores.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No se quien es "tu", quisiera ser yo, aunque creo que no....solo sé que me gustaría serlo, pero por si te ayuda, aquí estoy.

Anónimo dijo...

Aquí? Donde?

Anónimo dijo...

Ten cuidado con tus juegos de palabras por que puede ser que ese "Tu" sea "El" y te des cuenta tarde de la increible paradoja del sonido furioso de la tormenta eléctrica.

Bernardo dijo...

No acepto amenazas. Lo siento.

Anónimo dijo...

Amenazas?. Error de interpretación

Anónimo dijo...

Tú que lees esto como yo y comentas, perdona, llámame torpe, pero...¿Que significa " la increíble paradoja de la tormenta eléctrica? No lo entiendo....