sábado, febrero 03, 2018

Es extraña esta forma de sentir. No comprendo por qué me dejo llevar por espejismos que sé falsos y a pesar de saberlo me lanzo sin red al abismo pensando que esta vez será diferente y siempre acabo tirándome a la piscina vacía desde el trampolín. Cuando apenas me he recuperado de las heridas, enseguida me atrapa el aroma de una promesa embaucadora que no me deja más alternativa que entregarme a ella por completo. Sé que es absurdo, que no debería encapricharme tan rápido, que no puedo dejar que mis sentimientos se desboquen ante el menor resquicio de esperanza, pero no puedo evitarlo. Por eso, incapaz de cambiarla, he dejado de intentar comprender esta extraña forma de sentir mía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sentir es lo que importa, sea cual sea tu forma, lo único que tiene esto es que te das cuenta de que estás vivo.