domingo, febrero 04, 2018

Lo que nos salva son los detalles. Fijar la atención en las cosas pequeñas, aparentemente insignificantes, nos distrae de pensar en todos esos asuntos importantes que tando daño nos hacen. El secreto es construir una vida sencilla a base de pequeños gestos cotidianos sin hacernos demasiadas preguntas. No pensar a lo grande, no ponernos metas, no querer nunca más de lo que tenemos, no pretender lo ajeno, dejarnos llevar por las prisas y la confusión del día a día y refugiarnos en ocupaciones banales que tanto consuelo ofrecen. Olvidarnos de lo que realmente nos importa y nos preocupa para centrarnos en lo insustancial. Todo es más sencillo así. Pero no sé si es esa la vida que quiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuidar los pequeños detalles de cada día, harán grande tu vida, y con ello tus expectativas, por eso todo, poco a poco