viernes, febrero 09, 2018

No cambiar nunca de opinión demuestra poca inteligencia. Aferrarse a una idea es no asumir el paso del tiempo, tan ingenuo como inútil. Todo cambia, nada permanece, nada es ya lo que era. Tú tampoco, por más que nos engañemos diciendo que estamos igual que hace diez años porque hemos dejado de mirarnos en el espejo. Cambiamos mucho a lo largo de nuestra vida, aprendemos cosas y descubrimos que algunas no eran como pensábamos y eso nos hace ver la realidad desde otro punto de vista. Pero eso no significa que antes estuviéramos equivocados, sino que esa era la forma de pensar de nuestro yo de entonces, ni mejor ni peor, diferente. Porque, por más que nos empeñemos en seguir negando nuestras ideas y sensaciones actuales, ya no somos aquel que pensaba aquello.

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