viernes, febrero 16, 2018

Tu desprecio me estimula. Tu indiferencia me da fuerzas. La injusticia me rebela y me anima a seguir luchando hasta conseguir congelar tu sonrisa condescendiente. El rechazo es la gasolina que me mueve. La burla me impulsa de un modo radical. El silencio llena mi cabeza de palabras que me empujan a seguir adelante. Lucharé para que no puedas ignorarme, no pararé hasta que te rindas a mis pies y entonces quizás sea yo quien prefiera cualquier otra compañía.

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