viernes, abril 13, 2018

Cumplir tu función. No cuestionarte tu papel en la sociedad. Aceptar lo que te ha tocado en suerte. Ese es el secreto de la felicidad. Reconocer que nada de lo que hagas podrá cambiar tu destino. Asumir el resultado. No pensar más allá de lo que te corresponde. Respetar los límites. No traspasar nunca las líneas rojas. Seguir la ruta marcada en el camino. No salirte nunca del sendero. No meterte donde no te llaman. Solo así podrás llevar una vida ordenada y serena y te sentirás satisfecho. Lo contrario será complicarte la existencia, buscar problemas innecesarios y chocar contra un muro impenetrable. Pero que nunca se te ocurra preguntarte por el sentido de lo que haces. No te atrevas a querer nada más de lo que posees. No luches contra tu realidad inevitable. Haz siempre lo que debes, lo que se te ha ordenado. Hazlo tú, porque yo no pienso hacerlo.



No hay comentarios: