sábado, abril 14, 2018

A veces es tan fácil como cambiar tu mente, otras es imposible. Hay cosas que está en tu mano lograr, es solo cuestión de ponerle todo el empeño y no rendirse, pero otras no dependen de ti. No importa lo mucho que lo desees, lo que luches para lograrlo, ni siquiera que lo merezcas. No siempre el triunfo es para quien lo merece. No se trata de injusticia sino más bien de puro azar, o de no estar dispuesto a pagar la factura que exige la victoria. No soy tan ingenuo como para creer que todo es posible, eso es solo un eslogan publicitario o una frase motivadora de autoayuda. Es el argumento de quienes se han visto favorecidos por la suerte y han conseguido sus metas, que ignoran que otros lo merecieron incluso más que ellos y no las alcanzaron. Pero para saber si realmente es imposible, tendrás qe intentarlo primero como si no lo fuese, y no una sino mil veces, hasta que compruebes que todas las puertas están cerradas para ti. Solo entonces podrás descansar con la conciencia tranquila, poseyendo la certeza de que hiciste todo lo que estuvo en tus manos y no dejando ningún lugar para la duda, sabiendo que si no fue posible, no fue culpa tuya.

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