lunes, abril 30, 2018

Es más fácil mostrar tus secretos a un desconocido que a alguien cercano. Porque en el fondo no te importa su opinión. Porque sabes que no puede hacerte daño. Si no le gusta, no pasa nada, probablemente no volverás a verlo. Pero si a alguien que te importa le desagrada lo que has hecho, eso estropeará vuestra relación para siempre. Por eso guardamos con recelo nuestra intimidad y no ponemos nunca las cartas sobre la mesa. Solo cuando hay verdadera confianza puedes mostrar tus flaquezas a los más cercanos sin miedo a que las utilicen para herirte, pero nunca sabes si tal vez puedan molestarle a ellos. Por eso tengo mucho cuidado con lo que digo y con lo que callo y nunca estoy seguro de si debo mostrar la verdad o seguir refugiado en el silencio.

3 comentarios:

lourdeschavesdelgado61@gmael.com dijo...

me ha gustado mucho la reflexión que haces sobre revelación de secretos. ¿ a quién confiarlos ?. ¿ A quién hará daño ?, ¿quién por hacerlo me dañará a mí ?

Una Chica del montón dijo...

¡Toda la razón del mundo! Yo sinceramente tengo pocas personas a las que verdaderamente les puedo contar cualquier cosa sin tener ese miedo ...

El Rincón de Keren dijo...

Totalmente de acuerdo. Aunque no hace mucho intenté ayudar a alguien y lo tomó a mal. Le tendí la mano y no sé. A veces no es solo el a quién se lo cuentas, es también, si se deja ayudar. Un gran saludo !