sábado, mayo 05, 2018

La actitud solo no vale. Ni siquiera es lo más importante. Es una trampa que te llevará a un callejón sin salida. Puedo tener la mejor predisposición del mundo, puedo dedicar todo mi tiempo y esfuerzo a algo, hacer que mi vida gire torno a mi objetivo, pero si no tengo capacidad suficiente fracasaré. No me vendan embaucadores mensajes de motivación, enséñenme mejor a renunciar a lo que no está a mi alcance. Renunciar es lo más importante. No me digan que puedo volar porque me estrellaré. No me ofrezcan mundos irreales solo porque ustedes hayan contado con ventajas de las que yo no dispongo. Conozco mis límites y los respeto. Reconocer tu incapacidad para hacer algo te ayudará a concentrarte en ocupaciones realistas que te den más satisfacciones, aunque no llegues nunca a destacar por nada, pero eso da igual, porque no depende de ti. Ahora ya solo hace falta encontrar qué es lo que quieres hacer y para lo que estás capacitado, saber hasta donde puedes llegar y lanzarte a por ello sin miedo.

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