viernes, mayo 04, 2018

No entiendo cómo somos capaces de perder el tiempo sin rubor. Y no me refiero a no hacer nada de provecho con él, sino nada de interés. Transigir con el aburrimiento no buscado porque nos lo exigen nuestras relaciones sociales o familiares, entregar un trozo de vida a cambio de nada, solo para no quedar mal ante personas cuya opinión ni siquiera te importa demasiado. Deberíamos ser capaces de rechazar todas esas invitaciones que no nos aportan nada, no acudir a citas en las que de antemano sabemos que todo será decepcionante, decir no más a menudo aún a riesgo de que no nos entiendan, nos juzguen y nos condenen por nuestra actitud egocéntrica y extraña. Pero es que a estas alturas no estoy dispuesto a seguir perdiendo más tiempo en ocupaciones insustanciales y personas con las que no comparto nada, a quedar bien con todo el mundo menos conmigo, a renunciar a mis deseos para que otros cumplan los suyos y si eso significa ser raro y egoísta, eso es lo que quiero ser.

No hay comentarios: