jueves, mayo 31, 2018

Soy lo que has hecho de mí. A tu lado aprendí a corregir mis innumerables defectos. Limité mis excesos y entrené mis flaquezas. Procuré ser justo aquello que tú querías que fuese. Negué mis instintos para agradarte y reprimí mis impulsos para parecerme a quien tú buscabas. Me vestí con la ropa que me compraste y dediqué mi tiempo a aquellas ocupaciones que tú me enseñaste. Poco a poco fui alejándome del tipo extraño y desconcertante que era, limaste mis múltiples asperezas y esculpiste mis maneras hasta convertirme en alguien muy distinto, acorde con tus preferencias. Y todo lo hice sin pesar ni sentirme mal por ello. No lo digo como un reproche, sino más bien como un elogio. Pero entonces, por qué te quejas ahora por mis errores, si también de ti los aprendí.

No hay comentarios: