martes, agosto 21, 2018

Vale, hemos perdido. Reconozcamos la derrota por goleada. Analicemos lo ocurrido fríamente para descubrir en qué nos equivocamos. Abandonemos todas las excusas y rindamos honores al vencedor. Miremos al pasado serenamente, orgullosos de los aciertos y dispuestos a aprender de los errores. No se puede ganar siempre, dicen, pero tampoco se puede perder siempre. Así que no llores ni un minuto más, porque esto es solo el principio. A partir de hoy, comienza la remontada.

2 comentarios:

Maman Bohème dijo...

Y la vida es eso...subir y subir...mirando la pendiente que dejamos atrás pero sin parar de caminar. Aunque ese recorrido tenga días de llanto y otros de risas.
Te mando un beso

Bernardo dijo...

Muchas gracias. Feliz camino.