lunes, noviembre 05, 2018

Bienvenida adversidad, porque tú me has convertido en quien soy, me has enseñado todo lo que sé y me has hecho más fuerte, más sabio y mejor. Has derribado todas mis excusas y me has mostrado el camino correcto. Doy las gracias por haberte conocido, pues no quiero imaginar qué sería hoy de mí sin ti, me habría convertido sin duda en un insensato, un estúpido o un necio. Tal vez haría más daño a quienes me quieren o defraudaría a los que me aprecian. Puede que el camino haya sido duro, pero ha merecido la pena. Antes me quejaba amargamente cuando tenía el más mínimo contratiempo y pedía explicaciones a quien correspondiera, pero hoy sonrío optimista ante cualquier problema inesperado o ante cada nuevo fracaso, y te abrazo adversidad con esperanza agradecida, porque sé que no eres mi enemiga sino mi aliada.

No hay comentarios: