lunes, diciembre 10, 2018

Fueron nuestras breves horas el único refugio que hallé. Solo en ti tuvo sentido la vida, antes de que hubiera un después. Hoy sigo girando alrededor de ti aunque tú ya no estés, condenado al exilio de tu ausencia en esta nada gélida que tanto quema, rodeado de la ineficiente multitud que no alivia la soledad ni consuela. Ya no me importa esta vida absurda que no comprendo ni deseo, solo temo del final que conmigo muera para siempre tu recuerdo. Amo el pasado como única existencia, ser es haber sido, hoy es ayer, mañana nunca. Y ahora, cuando nada queda ya de aquellas breves horas en que vivir fue bello, después de haber negado tanto, quisiera creer en algún dios para salvarte del olvido.



No hay comentarios: