jueves, mayo 09, 2019

Crees ganar mientra te precipitas hacia el abismo celebrando ingenuo tu inesperado triunfo. No eres consciente de las consecuencias y te complaces en saborear esta calma fugaz ignorando que precede a la próxima tormenta. Porque eres tu peor adversario a quien deberías temer más que a nadie, el responsable principal de tus fracasos, tu enemigo privado número uno, creador de todos tus males y culpable del ocaso en que naufragas. Tus elecciones son errores camuflados con el brillante traje del éxito por el que te dejas deslumbrar, pero la fiesta dura poco y la resaca se perpetúa dejando secuelas irreversibles. Por eso no voy a felicitarte por tu aparente triunfo, al contrario, te compadezco, pues mañana maldecirás tu suerte, pero esto no tiene nada que ver con la suerte, laméntate más bien por tu mala cabeza que te lleva a perder mucho a cambio de una efímera victoria de la que algún día te arrepentirás sin consuelo, mientras yo celebro esta derrota como la oportunidad inexcusable de un nuevo comienzo.

2 comentarios:

Aderet Ela dijo...

Bernardo...pues celebremos.
Gracias por ser tan realista,
te abrazo :0)

Susana dijo...

Muy cierto. A veces el que gana pierde. un saludo