domingo, junio 09, 2019

Hay quien, sin saberlo, te da la vida, quien no necesita conocer tus infiernos para apagar el fuego, quien con una sonrisa, una palabra o una mirada, calma cada mañana todos tus miedos y te anima a seguir combatiendo tus fantasmas. Personas que aparecen por casualidad en tu vida y después desaparecen, a las que en un principio no les das importancia y poco a poco descubres en ellas el consuelo y la paz que necesitas, y a las que a menudo se nos olvida dar las gracias. Esto va dedicado a todos ellos, que, por supuesto, ni siquiera saben quienes son.

1 comentario:

Susana dijo...

Que haya muchos de esos. Un beso