domingo, julio 21, 2019

Lo que me salva son mis rarezas. Todas esas excentricidades y locuras que los demás miran con una mezcla de asombro y desprecio e incluso compasión. Sin ellas no podría soportar la exasperante rutina de los días iguales, el lento transcurrir de las horas comunes y aún menos la pesadez estática de los festivos. Durante la mayor parte del tiempo me inserto sin problemas en mi contexto, soy capaz de acoplarme a la perfección a actividades absurdas en las que no creo, me mimetizo con el entorno fingiendo un interés sincero y consigo aportar una aceptable compañía. Me someto a la aplastante fuerza del sistema, asumo la responsabilidad de mis funciones, acato las normas ajenas y las defiendo como propias. Pero si no fuera por mis particulares y a menudo ridículos delirios de grandeza, por mi búsqueda irrefrenable de tesoros perdidos, por la cálida presencia de voces lejanas, el vano orgullo de alcanzar metas que nadie comparte, las fugaces recompensas que la noche concede, por mis invisibles logros y mis días raros, por mis placeres prohibidos, por mis retos (im)posibles y mis deseos ocultos, no podría soportar tanta mediocridad que me rodea. Así que antes de criticar mis manías, mejor búscate alguna propia que le dé un poco de sentido a tu aburrida vida de mierda.

6 comentarios:

Rosa Mª Villalta dijo...

Muy bien expresado Bernardo y muy acertado.
Estoy contigo.

Saludos.

Susana dijo...

Si fuéramos iguales. Qué aburrido. Un beso

brenllae9@gmail.com dijo...

Me parece bien la reflexión, la comparto al 100%. Esas metas interiores y las ganas de mejorar a pesar de la rutina que refrena. Saludos.

Emanuel dijo...

Realmente es un escrito mas que acertado. En este mundo chato de mentes emancipadas por las costumbres culturales, los únicos que parecen escapar siempre del status quo de lo cotidiano son los idealistas y los soñadores. Aquellos que saben construir universos tan distintos y tan suyos en los que forjan su epopeya existencial. Becquer dijo una vez: «Me cuesta trabajo saber qué cosas he soñado y cuáles me han sucedido. Mis afectos se reparten entre fantasmas de la imaginación y personajes reales...» En mi humilde opinión ese es el fiel reflejo de la vida de cualquier persona que persigue sueños que se debaten entre lo posible y lo inalcanzable...

Recomenzar dijo...

Me gusta como escribes
me gusta tu nombre
las letras con que sueñas y las magias de momentos

Rita dijo...

Me gusta la gente que ofrece su visión sobre las cosas y se muestra tal como es, con aciertos y desaciertos, por eso me quedo contigo. Mi nombre es Rita y puedes encontrarme en https://elbaulderita.blogspot.com/
Que tengas feliz día