sábado, noviembre 23, 2019

Fracaso cuando me detengo, porque desconfío de mis posibilidades de éxito, cuando aplazo lo que podría estar haciendo hoy creyendo que ya habrá tiempo mañana de hacerlo, al renunciar a lo que está al alcance de mis dedos a cambio de cualquier sueño imposible, o cuando dejo de disfrutar del trayecto por temor a lo que encontraré al llegar a la meta. Solo tienes que ponerte en movimiento, sumar más pasos adelante que hacia atrás, coleccionar esfuerzos y no trofeos. Es eso lo que intento cada día sin descanso, aunque para ello deba suplir mis escasas dotes con sangre, sudor y rabia, pues dejé las lágrimas para lo que las merezca. No poseo el don de la fortuna, pero no pongo excusas ni me lamento por aquello de lo que carezco sino que valoro lo que poseo. No conozco la derrota pues no concibo la rendición. Equivocarse no es ningún desastre que deba hacernos abandonar, solo un motivo poderoso para cambiar de estrategia. Funciono a base de ensayo y error, mucho más numerosos que los aciertos, por eso perdono los errores ajenos como también me gustaría que perdonasen los que yo cometo, porque nadie está a salvo de meter la pata hasta el fondo en un mal momento, nadie tuvo toda la razón ni toda la culpa. Todos tenemos nuestra versión particular de los hechos. Nadie cuenta nunca la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

4 comentarios:

Rita dijo...

A mí me pasa también lo mismo que a tí.Sé que cometeré mil errores y por eso procuro ponerme siempre en la piel del otro y ver su punto de vista, porque ciertamente nadie tiene la verdad absoluta en su poder. Feliz fin de semana.

Devoradora de libros dijo...

Cada uno cuenta su verdad.

Besos.

Rosa Mª Villalta dijo...

Buena reflexión.
Si cometo un error que no consigo eliminar es precisamente decir la verdad y nada más que la verdad; de ahí tanto fracaso.

Saludos.

Guillermo Castillo dijo...

Cuando me detengo, aprendo; pero antes descubro sitios como éste que hacen honor a la verdad de equivocarse en el ejercicio lector y escritor de nuestras causas y azares.

Cordial saludo.