sábado, marzo 21, 2020

Detrás de esas máscaras protectoras
se esconde el miedo.
Un temor hondo a lo inesperado,
a no poder recuperar los abrazos perdidos,
a no reconocer sus vidas
cuando vuelvan a encontrarse,
a que mañana no sea como ayer.
Miedo a que las reglas del juego hayan cambiado
y no saber cómo continuar la partida.
Miro esos ojos esquivos
que tratan en vano de ocultar lo que sienten
y puedo adivinar en ellos una mirada de auxilio,
una plegaria.
No hay sonrisas debajo de las máscaras,
sino miedo, sí, pero también
fe, y sobre todo mucha, mucha
esperanza.


2 comentarios:

Susana dijo...

Muy buena reflexión. Un beso

Rosa Mª Villalta dijo...

Me gusta tu reflexión.
Gracias Bernardo.
Saludos.