lunes, marzo 23, 2020

Ha empezado a llover y he subido a la azotea a empaparme. Nunca imaginé lo que podría disfrutar de esa sensación del viento y la lluvia golpeando en mi cara. Y mientras me mojaba he pensado de nuevo en lo poco que valoramos las cosas que tenemos. Solo ahora nos damos cuenta realmente de la fragilidad de nuestras vidas, de que nada es seguro, que lo que damos por supuesto puede desaparecer en cualquier momento, que lo que tenemos no nos pertenece. Puede que antes nos supiéramos de memoria la teoría, pero no la práctica. No es lo mismo saber algo que experimentarlo, conocerlo que aprenderlo. Me imagino que también echaremos de menos algunas cosas de estos días, convivir con la familia, el tiempo libre, jugar con los niños, las aficiones recobradas, la falta de prisa... Y me he puesto triste pensando en lo que habremos perdido cuando regresemos a nuestras vidas ordinarias, en el miedo que nos quedará después de esto, las precauciones que nos harán perdernos el calor de un abrazo o nos impedirán disfrutar de un concierto multitudinario, por ejemplo, y sobre todo en lo que habrá cambiado en mi vida. Mis pérdidas particulares son irrisorias comparadas con las de otros, pero no puedo dejar de lamentarme por ellas. Los cafés que dejamos de compartir, las conversaciones que no tuvimos y probablemente ya no tendremos, los días al sol que se fueron para siempre, las relaciones interrumpidas, los lazos rotos, la complicidad perdida, la distancia, el silencio y el olvido. En muchos aspectos tendremos que volver a empezar y ya nada será igual. De nosotros depende lo que seamos capaces de recuperar y lo que no, por qué estamos dispuestos a esforzarnos para recobrarlo. Esto nos enseñará qué o quién nos interesaba de verdad, a quién le importamos realmente, de qué o quién podremos prescindir y quiénes son para nosotros las personas de primera necesidad.

3 comentarios:

Rita dijo...

Pues yo espero que esta situación que vivimos nos cambie, y que ese cambio sea para mejor. Esto no va a dejar indiferente a nadie.
Saludos

Susana dijo...

Nada volverá aser lo mismo. Un beso

Mi nombre es Mucha dijo...

Sabes? no pienso en mañana
solo el momento de estar viva
y de ser lo que querés se
Ser vos con tu pluma de poeta tu mente de mujer
tus ganas de vivir la vida
que importa el mañana