miércoles, marzo 25, 2020

Si no fuera por todo el daño que está causando, bendeciría esta oportunidad para la reflexión que se nos ha brindado. Es difícil hoy en día tener tiempo para pensar sin disponer de una excusa cualquiera a mano que nos libre de hacerlo. Ahora que el mundo se detiene a mi alrededor, sé que debo aprovechar la ocasión para poner en orden algunas cosas. Muchos utilizan estos días para hacer limpieza y ordenar la casa, otros deciden ejercitar su cuerpo como no hacían desde muchos años atrás, yo prefiero dedicarme a limpiar mi mente y ordenar mis ideas, revisando mis convicciones oxidadas por el tiempo. La situación nos obliga a meditar y sobre todo a actuar. Lo que no me perdonaría sería no aprovechar estas circunstancias excepcionales para emprender una renovación. No pretendo que mañana sea igual que ayer, eso sería un fracaso, sino aprender la lección para realizar algún ajuste que mejore mi vida, eliminando todo aquello que me resulte nocivo. Quienes no saquen nada en claro de estos días difíciles estarán condenados a repetir los mismos errores que lastraban su vida anterior. Habrá que tomar decisiones que en principio duelan, pero no podemos dejarnos llevar por la costumbre y el miedo para negarnos a hacer las oportunas correcciones. Salir de esta batalla con más fuerza y menos miedos, aplicar las medidas higiénicas necesarias, investigar la raíz de nuestros males para ponerles remedio, poner en práctica lo aprendido y conseguir de algún modo que todo este dolor no haya sido en vano.

8 comentarios:

Susana dijo...

Yo no sési serē capaz de tanto. Un beso

Rita dijo...

Yo también deseo con toda mi alma que este sufrimiento sirva para algo positivo, que nos demos cuenta de todos nuestros errores y los enmendemos en la medida de lo posible. Nos hacía falta una seria reflexión.
Abrazos

Rosa Mª Villalta dijo...

Deseo y espero que este sufrimiento nos enseñe a tod@s mucho.

Gracias Bernardo.

Saludos.

Devoradora de libros dijo...

Hoy te leo un poco más optimista que los días anteriores.
Hay días, los menos buenos, en los que coincido con tus pensamientos, pero no quiero reconocerlos en voz alta para no decaer.

Besos.

Mi nombre es Mucha dijo...

Vivo el momento y no pienso mas en el virus.Por ahora si bien tenemos que quedarnos en nuestras casas tenemos la libertad de sacar al perro o mirar desde afuera las nubes del cielo.No nos penalizan como si fuéramos niños Tendremos cuidado lo mejor que podamos
un abrazo inmenso Saludos desde Miami

Antonella dijo...

todo pasa =)!
http://antonellabasile.blogspot.com/

Marisol González dijo...

Yo también procuro ser optimista, pero lamentablemente soy muy realista; y lo cierto de todo esto, a mi humilde entender, es que eso durará muy poco y pronto todo será como siempre; volverá el egoísmo, si es que se ha ido; volverá la envidia, volverá la rutina con todo lo que ello conlleva, volverá a ser exactamente igual. Todo esto será una anécdota en el camino para compartir batallitas, será como los propósitos de año nuevo, que se quedaron en eso y nada más.
Gracias por tu hermosa reflexión y mucha suerte.

JLO dijo...

muy buena reflexión que muchos intentamos en nuestros blogs peor no tan bien como acá.

Llegue de casualidad y desde hoy te sigo y te agrego a mis blogs favoritos entonces, saludos