jueves, abril 02, 2020

Es importante definir cuáles son para ti las actividades esenciales, aquellas que necesitamos para seguir viviendo, aunque discrepo del criterio empleado. Como siempre, confundimos lo importante con lo material, lo útil con lo necesario. Me pregunto cómo algo así puede regularse por decreto. Si de verdad estuvieran permitidas todas las actividades esenciales correríamos ahí afuera a abrazarnos sin demora, saldríamos a correr al campo para respirar, visitaríamos a nuestros familiares, llenaríamos los parques para jugar con los niños, quedaríamos con nuestros amigos para compartir risas y confesiones... El confinamiento nos ayuda a distinguir cuáles nos son realmente necesarias y de cuáles podemos prescindir sin lamentarnos demasiado, y nos sorprende descubrir que algunas no son lo que cabría esperar. Acostumbrados a sobrevivir sin muchas de las cosas que creemos imprescindibles, nos adaptamos a las imposiciones tratando de asumir la realidad con entereza, aunque a veces duela demasiado. Considero que hay más motivos justificados de los que quieren hacernos creer, causas de fuerza mayor muy personales que nadie más puede entender y que no dependen de nuestra voluntad. No siempre es fácil decidirlo y por supuesto no son las mismas para todos. Últimamente no paro de preguntarme qué haré cuando acabe la cuarentena, seguramente no sea lo mismo que todos están deseando hacer, tal vez prefiera ir poco a poco y conservar lo bueno que he descubierto aquí dentro, incorporándome a mi rutina con naturalidad para no provocar una situación incómoda o traumática que me haga añorar mi celda. Porque he de confesar que temo mucho a lo que pueda encontrarme cuando salga. No puedo evitar el miedo a que el distanciamiento no sea solo un paréntesis, a que no me echen de menos y el olvido imponga sus normas, y que cuando todo vuelva a la normalidad no haya nadie ahí afuera a quien abrazar.

5 comentarios:

Rosa Mª Villalta dijo...

Gracias Bernardo por compartir con nosotros tan buena reflexión.

Saludos

Devoradora de libros dijo...

Yo sin embargo no puedo evitar el miedo a que todos crean que todos hemos echado igual de menos la cercanía y el contacto físico con los demás.

Besos.

Susana dijo...

Esperemos que todo sea igual o mejor. Un beso

Rita dijo...

Yo también tengo miedo de lo que pueda venir después. Haré mi salida al exterior poco a poco y con pies de plomo.
Un abrazo

R's Rue dijo...

❤️