miércoles, mayo 13, 2020

Deberíamos empezar a comprender que cada uno tiene su propio proceso de adaptación que debemos respetar y no tratar de imponer a nadie nuestro ritmo. Habrá a quien le cueste más cambiar de fase y de costumbres, quien no podrá quitarse los miedos de golpe y apuntarse sin dudar a la esperanza y prefiera permanecer aislado mirando el mundo desde la ventana hasta que se sienta completamente seguro. A cada uno le afectan de distinto modo las dificultades. No todos tendremos la misma facilidad para retomar nuestra vida ni seremos capaces de recuperarnos igual de pronto. No se trata de levantarse el primero sino de hacerlo con firmeza para no volver a caer. Yo prefiero mantener la distancia, quedarme en casa hasta que esté preparado para comenzar despacio la desescalada, tomarme mi tiempo antes de regresar a la rutina con calma, reservarme los abrazos para que sean sinceros, ser prudente en exceso y callar lo que pienso para no arrepentirme más tarde. Desconfiado por naturaleza, siempre observo y analizo todo en silencio, ocultando mis cartas hasta el último instante. Es por eso que me asombra ver lo rápido que podemos llegar a acostumbramos a los cambios, lo poco que nos cuesta olvidar. Tal vez sea solo indecisión por mi parte, lo que me hace sentir indefenso y cautivo de las dudas infinitas, pero recorreré el trayecto siguiendo mi propio paso y aguardaré con paciencia a que llegue el ansiado momento de los encuentros en la tercera fase. Mientras tanto, no me busquen en los bares.


7 comentarios:

Susana dijo...

Pues a mí me encontrarás en los bares. Un beso

Bernardo dijo...

Guarda la distancia. Cada uno a su ritmo 😉

Rita dijo...

Cada persona tiene su ritmo, hay quien está deseando salir a la calle y hay a quien le da miedo. Yo soy de la opinión de que hay que ir poco a poco y comprobando las cosas antes de lanzarse.
Un abrazo

Patricia Palleres dijo...

Bello texto Bernardo. Saludo
https://entrelosrincones.blogspot.com
Pat

Helena L. dijo...

Eso es cierto, cada uno tiene su ritmo. Tampoco se puede pedir que las personas acostumbradas a salir estén bien o "que no exageren" por estar encerrados porque para ellos supone un mundo.
Cada cual tendrá una perspectiva diferente :)

Anónimo dijo...

Hola!
Me encanta tu blog.
Te invito a pasarte por los míos y si también te gusta nos seguimos y comentamos.
Hasta pronto!
https://mariainwonderlandbook.blogspot.com/
https://mariainmagazine.blogspot.com/

A do outro lado da xanela dijo...

Pues yo no tengo muy claro nada...
Quiero salir, pero no.
Quiero ver a mi gente, pero no.
Quiero abandonar mi confinamiento, pero no.
O sea, que sí, pero que no.
Vamos, que no me entiendo ni yo.

Besos confinados (o no)