martes, abril 20, 2021

El 20 de abril es una fecha para la nostalgia. Los que crecimos en los 90, recordamos aquella canción como parte indispensable de la banda sonora de nuestra vida. De vez en cuando me entra la melancolía y me pongo a recordar. Recuerdo aquellas noches infinitas y las risas que compartíamos todos juntos. Los buenos y malos momentos. Cuando creíamos que el mundo se acababa por cualquier tontería y tocábamos el cielo por un sencillo gesto de complicidad. Pero nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no nos vemos casi nunca y si lo hacemos nos saludamos ritualmente y poco más. No tenemos nada de lo que hablar ni compartimos inquietudes. También mañana nos alejaremos de quienes hoy nos acompañan. Olvidaremos sus risas, sus gestos y hasta sus nombres. Particularmente me identifico mucho con algunas de las cosas que dice la canción. Porque ya no queda casi nadie de los de antes, y los que hay, incluido yo mismo, han cambiado. Entiendo que las cosas son así, que evolucionamos con el paso del tiempo de forma inevitable, que dejamos atrás a quienes nos acompañaron en el viaje y también a quien fuimos, en quien ya no nos reconocemos, pero eso no impide que hoy, 20 de abril de cualquier año, siga sintiéndome vacío.