viernes, marzo 01, 2024

A menudo puedo parecer animado, participar alegremente en la conversación, hacer bromas de cualquier cosa y reírme a carcajadas; puede que me apunte a todos los planes que surjan, que me muestre interesado en los problemas ajenos, parecer ilusionado ante el comienzo de algo o que me divierto en mitad de la fiesta; puedo celebrar las pequeñas victorias cotidianas, aparentar una felicidad razonable, mantenerme activo todo el día, ofrecer mi ayuda a quien la precise, proponerme nuevos retos, disfrutar de los placeres más sencillos; puedo asegurar una y otra vez que todo está bien en mi vida, sonreír todo el tiempo, parecer despreocupado, alegre y confiado... o puede que en algunas ocasiones sea incapaz de seguir fingiendo. Pero en realidad, nadie sabe lo que ocurre dentro de mi cabeza, no conocen ninguna de esas cosas de las que no hablo con nadie e ignoran lo cerca que, con demasiada frecuencia, estoy de perder la batalla.



2 comentarios:

Devoradora de libros dijo...

Y nosotros tampoco sabemos qué pasa por la cabeza de los demás. No somos tan diferentes los unos de los otros.

Besos.

La Pequeña Salvaje dijo...

Iba a escribir algo muy parecido a lo ha puesto Devoradora de libros, pero ya lo ha hizo ella. Estoy de acuerdo en que "a los demás" también nos ocurre lo mismo.