sábado, abril 28, 2018

No deberíamos tomarnos las cosas tan en serio. El mundo iría mejor si tuviéramos un poco más de sentido del humor. Por todas partes solo veo gente estirada y con cara de enfadada por la calle, casi nunca una sonrisa, apenas unas palabras amables, rara vez un agradecimiento y jamás un cumplido. Nos creemos que aquello que estamos haciendo es super importante, que el orden del universo depende de que cumplamos escrupulosamente nuestro cometido y que todo puede esperar hasta que hayamos hecho lo que debíamos. Contamos mil veces hasta la última moneda, nos preocupamos por que todo quede registrado por escrito, tratamos de impresionar a los demás con nuestro rigor, y luego descuidamos de forma alarmante nuestros afectos, las relaciones humanas y los placeres cotidianos a cambio de un buen salario. Nos gusta alardear de nuestros mértios que tan importantes nos hacen sentir. Despreciamos a aquellos que se distraen con ocupaciones improductivas, miramos por encima del hombro a quienes no nos igualan porque malgastan su tiempo en diversiones fugaces, a quienes se toman la vida como si fuera un juego, sin saber que en realidad, son ellos quienes tienen la razón.

No hay comentarios: