jueves, diciembre 26, 2019

A veces te sientes perdido, incapaz de transitar tu tiempo y desconcertado ante la realidad inasible, y entonces, alguien en algún lugar más o menos lejano pronuncia o escribe unas palabras sinceras o tal vez decide hacer una llamada inesperada que rompe el silencio impenetrable, ofreciendo un poco de confianza y consuelo, quizás un mensaje de apoyo, sencillo y pequeño, que te devuelve por un instante la fe y te impulsa pese a todo a seguir adelante. No se trata de una revelación ni siquiera una promesa ni mucho menos la respuesta definitiva a alguna de las dudas que te atormentan, sino tan solo un gesto de ternura. Alguien más o menos cercano dice justo lo que necesito escuchar en ese preciso momento y vuelvo a confiar en todo aquello que sepulté en el olvido y creí que nunca podría resucitar, y de repente el mundo me parece más amable, más humano, menos raro.

4 comentarios:

Susana dijo...

A veces las palabras de un extraño nos llegan dentro. Un beso

Rosa Mª Villalta dijo...

Así es, a veces, una sola palabra de alguien de algún lugar lejano, te hace reaccionar y volver a sentir deseo, ilusión, ganas.
¡Qué sencillo y cuán importante!

Saudos.

Rita dijo...

Eso que cuentas me ha pasado a mí más de una vez, y te hace sentir mucho más aliviado y esperanzado. Un abrazo

Devoradora de libros dijo...

Disfruta de ese momento entonces.

Besos.